4. Que aquellos que buscan matarme sean humillados y despreciados. Que retrocedan avergonzados los que traman mi ruina.El Salmo 35 nos enseña que Todopoderoso está siempre dispuesto a escuchar nuestras súplicas y a ser nuestro refugio enSin embargo, en el Salmo 51 podemos destacar un versículo que es especialmente triste, en el que David estaba